Cada segundo se arroja más de 200 kilos de plástico a mares y océanos. El 70% se va al fondo marino. El 15% se queda flotando.
Si la producción y el uso de plástico crecen según lo planeado actualmente, para 2030 las emisiones GHG (Gases de Efecto Invernadero) generadas durante su ciclo de vida (extracción de materiales, producción, uso y disposición final) podrían alcanzar 1,34 gigatoneladas por año, equivalente a las emisiones liberadas por más de 295 nuevas centrales eléctricas de carbón de 500 megavatios.
Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del ciclo de vida del plástico amenazan la capacidad de la comunidad global para mantener la temperatura global por debajo de la meta de los 1,5 ° C grados. Para 2050, las emisiones de gases efecto invernadero provenientes de los plásticos podrían alcanzar más de 56 gigatoneladas, esto es 10 a 13 por ciento del total restante de las emisiones presupuestadas (Ver Figura 4).
Figura 4